Personas maravillosas
Quisiera compartir con todos los lectores una percepción, un sentimiento que he tenido tras nuestra reunión matinal con el resto del equipo, antes presencial, ahora virtual:
... he sentido que mis compañeros de la parte Asistencial de Cudeca están viviendo momentos difíciles, me refiero a las/os médicas/os, enfermeras/os, las trabajadoras sociales, fisioterapeuta y psicólogas/o. Son aquellos profesionales que van a los domicilios de los pacientes, los que atienden en hospitalización y los de consulta...
Estos duros momentos están muy relacionados con la pandemia que vivimos y afectan las relaciones entre los pacientes y familiares, entre los propios compañeros de Cudeca y con los compañeros sanitarios con los que colaboramos fuera de nuestro centro.
Conseguimos reinventar nuestra forma de trabajar asumiendo en todo momento las restricciones y recomendaciones que nos han sugerido las autoridades responsables para el control del virus. Aún así, esta adaptación no ha sido fácil por la organización y por el coste económico que ha supuesto. Hemos visto y sufrido cómo el material que, habitualmente, tenía un precio razonable y era fácil de conseguir ha multiplicado su precio por 10 y cómo, al no haber stock en el mercado, nos hemos visto obligados a conseguir otro material que habitualmente no usábamos, mermando nuestros recursos.
Para no perder el contacto y seguimiento de nuestros pacientes, se introdujeron en nuestro día a día lo que se denominan nuevas tecnologías. A pesar que, quien les escribe es muy poco hábil con ellas, reconozco que son muy útiles y han sido imprescindibles para nuestra atención y desempeño de nuestra misión. También, hemos necesitado adquirir nuevos hábitos, material de protección y otros elementos para poder garantizar la seguridad.
No es fácil adaptarse a los cambios aunque, la mayoría de las veces, son necesarios y positivos.
Esta situación atípica nos ha removido muchas cosas a todos nosotros, incluso a nuestro equipo, es normal, ¿no? Son personas con sus familias, amigos y sentimientos…
La percepción que les describía al principio de este texto, ese sentimiento difícil de expresar con palabras, es de gratitud plena, de estar muy orgulloso de mis compañeros. Han sabido controlar el miedo y la presión asistencial y han sido capaces de adaptarse a las demandas asistenciales que han aumentado, pensando siempre en el bienestar del paciente y sus familiares.
Compañeros, ahora más que nunca, os doy las gracias por ser cómo sois, por vuestra disponibilidad y cercanía, por vuestra comprensión y paciencia.
También, deseo trasmitiros este agradecimiento de parte de los pacientes y familiares y animaros a seguir siendo como sois…unas personas maravillosas.
Por José Manuel Lapeira Cabello, Supervisor de Planta de Unidad de Hospitalización