Virginia, una de las nuestras
Me llamo Virginia y me he formado como médico y como enfermera.
Había oído hablar de la Fundación Cudeca y de su “forma especial de cuidar” a los pacientes. Hace unos 4 años tuve la oportunidad de comprobar directamente todo lo que había oído, cuando varios de sus profesionales ayudaron en los distintos procesos de enfermedad que les fueron diagnosticados a familiares cercanos de mi entorno. Y tomé la decisión de orientar mi trayectoria profesional en esa dirección.
Supe que ofrecían formación universitaria en la que daban a conocer en profundidad su particular forma de cuidar al paciente. Así pues, durante mi último año de Enfermería, decidí unirme a ellos y completar el Máster interdisciplinar en Cuidados Paliativos.
Hoy sé que los Cuidados Paliativos tienen la capacidad de añadir vida a los días, como reza en el lema de la Fundación Cudeca. Con la lectura del libro “Días de Vida, conversaciones con Joan Hunt”, he podido entender mejor esta filosofía, a la vez que he podido conocer y admirar a una gran mujer que imprimió toda su fuerza a este proyecto. Cuando la vida tiene que terminar, qué bonito es intentar conseguir que este final pueda suceder en un ambiente donde la calidez, humanidad y serenidad son pilares fundamentales. Donde se tienen en cuenta las múltiples facetas que componen a las personas.
He tenido la suerte de poder trabajar durante unos meses como enfermera en su Unidad de Hospitalización. La gran y difícil labor que se desempeña día a día con los pacientes y familiares que pasan por dicha unidad, es de las cosas más gratificantes que he podido hacer a día de hoy.