Virginia Beatriz Peralta Jaquero, psicóloga de EAPS «la Caixa» – CUDECA
¿Desde cuándo estás en EAPS?
Si bien inicié la formación al respecto con anterioridad, mi camino en la Psicooncología y Psicología Paliativa comenzó en el año 2006. Desde ese momento hasta la actualidad, he realizado mi labor como psicóloga paliativista en diversos equipos psicológicos, oncológicos y de cuidados paliativos de diferentes comunidades autónomas en España, a nivel hospitalario, domiciliario y en unidades de cuidados paliativos de media-larga estancia. En relación con el programa de Atención Integral de Enfermedades Avanzadas de “la Caixa”, he formado parte de diversos Equipos de Atención Psicológica y Social desde el inicio de su implantación en diciembre de 2008.
¿Cuál es tu labor actual?
Soy una de las psicólogas paliativistas del Equipo de Atención Psicológica y Social de la Fundación Cudeca. Actualmente, realizo mi labor profesional en la Unidad de Hospitalización de Fundación Cudeca, en un Equipo de Atención Domiciliaria de Málaga capital y en Consultas Externas. Así mismo, he desempeñado mis funciones en la Unidad de Día, cuya actividad se encuentra suspendida en estos momentos, por obras para su ampliación.
En lo que respecta a mi labor, un psicólogo/a paliativista es un/a «profesional de la psicología, integrado/a en un equipo interdisciplinar de cuidados paliativos, que atiende de forma activa las necesidades psicológicas de personas de cualquier edad con sufrimiento relacionado con su salud, debido a una enfermedad grave, especialmente en el final de vida. Su objetivo es minimizar el malestar psicológico y fomentar la calidad de vida de pacientes, familiares y/o personas cuidadoras durante el proceso de enfermedad y duelo, además de la investigación, la docencia, el asesoramiento y el soporte al resto de profesionales del equipo asistencial en dichos aspectos. Todo ello, desde la Psicología de la Salud, enfoque no patologizante, centrado en la promoción de la salud mediante la prevención, identificación precoz, valoración integral y continua, el control de síntomas y abordaje del sufrimiento psicológico y/o espiritual-existencial»1.
En resumen, la labor profesional de un/a Psicólogo/a Paliativista se centra en la atención a pacientes, a familiares y al equipo sanitario, además de la actividad docente e investigadora.
Para ti, ¿qué ha supuesto en el programa de Atención Integral de Enfermedades Avanzadas de “la Caixa” la atención psicológica y social tanto en el paciente como en el familiar?
El programa de Atención Integral de Enfermedades Avanzadas de “la Caixa” supuso un impulso en la atención psicológica y social en cuidados paliativos en España. Los cuidados paliativos comenzaron a desarrollarse en España en los años 80 del siglo pasado, contando para ello con la participación de los profesionales de la psicología que se dedicaban a la atención de la salud2. Sin embargo, en la constitución de la mayoría de equipos de cuidados paliativos, a pesar de ser considerada como imprescindible, la figura del psicólogo/a no es integrada a la par que otros profesionales sanitarios3, 4. De este modo, antes del inicio del Programa, cuando hablábamos de los recursos de atención psicológica paliativa, los cálculos de asistencia eran por cada millón de habitantes, sin que la cifra total de profesionales de la psicología paliativa en toda España superase apenas la centena5. Tras diciembre de 2008, con el comienzo del Programa de la Fundación “La Caixa”, se incorporaron a cuidados paliativos en diversas comunidades autónomas más de un centenar de dichos profesionales. Desde ese momento hasta la actualidad, la cantidad de psicólogos/as ha ido aumentando progresivamente en los equipos de cuidados paliativos, hasta conseguir su implantación en todas las provincias de España. Gracias a ello, actualmente podemos hablar de tasa de profesionales de la psicología paliativa por cada 100.000 habitantes. Si bien las cifras aún están alejadas de las necesarias y resta todavía un gran camino que facilite el acceso de atención psicológica paliativa de calidad a toda la población, es de apreciar y agradecer el salto cualitativo que el Programa ha supuesto para la asistencia de miles de personas afectadas por una enfermedad avanzada y para sus familiares. Atender las necesidades psicológicas implica, además de menor sufrimiento para paciente, familia y equipo, una mejora en la calidad asistencial al promover una atención integral6, 7.
Por todo lo comentado, haber participado del programa desde sus inicios, es un privilegio para mí.
No quiero finalizar sin agradecer a cada compañero y compañera con quienes he tenido la oportunidad de coincidir y trabajar desde 2006, con todo el aprendizaje y bagaje que el trabajo en equipo conlleva. Me considero una gran afortunada por el camino profesional recorrido con cada equipo y me siento orgullosa por tener los referentes que tengo. Por último, y más importante, mi especial agradecimiento a todas y cada una de las personas a las que he tenido la oportunidad de atender por ser los mejores maestros y maestras. Gracias por todas sus enseñanzas, su transmisión de conocimiento, su amor, dudas, miedo, dolor, crecimiento, recursos personales, historias de vida y sufrimiento compartidos. Gracias por la motivación que me aportan cada día para formarme continuamente, investigar y buscar las perspectivas más eficaces de acompañarles. Gracias por permitirme el honor de poder estar a su lado en un momento tan importante de sus vidas.
Citas referenciadas: