Mi trabajo es un regalo, por Alicia Arranz (enfermera equipo domiciliario)
Me llamo Alicia, soy enfermera de uno de los equipos domiciliarios de Fundación Cudeca. Mi trayectoria personal en Cudeca cumple este año 15 años. Actualmente, mi zona de trabajo es Alhaurín de la Torre, Churriana y Cártama.
Mi jornada laboral típica se desarrolla de la siguiente manera:
- Una vez llego al centro por las mañanas, compruebo si ha habido llamadas de mis pacientes la tarde anterior.
- Si es así, valoro las necesidades de los mismos y realizo llamadas telefónicas de gestión de los casos en cuestión.
- Posteriormente, disfruto del desayuno con mis compañeras, un poco de humor nunca falta.
- Tras el desayuno, salgo junto a mi compañera médico a visitar a pacientes: generalmente, esas visitas las hemos programado el día anterior. Entre una visita y otra (y la vuelta al centro) realizamos llamadas de seguimiento a otros pacientes, llamadas a familiares en duelo, programamos las visitas del día siguiente, y realizamos llamadas de gestión con profesionales sanitarios de atención primaria y especializada.
- De vuelta al centro es el momento de registrar todas las intervenciones realizadas ese día.
En mi día a día disfruto de mi trabajo, me siento privilegiada por ello, por tener la posibilidad de cuidar de una forma especial, como hacemos en Cudeca. Poder tener el tiempo y las capacidades para atender a las personas en todas sus dimensiones, es una de las cosas que más me gustan de mi trabajo. Vivo como un regalo el hecho de que los pacientes y sus familias nos abran las puertas de sus casas, de su intimidad, de su vida.
En nuestra relación con los pacientes y sus familias, cobra una gran importancia la relación de ayuda, es decir, la relación comunicativa y el apoyo emocional apropiado en estas circunstancias tan complicadas, como es el final de la vida. Por este motivo la formación en técnicas comunicativas y psicológicas es fundamental en este ámbito de la asistencia sanitaria.
Pero, no solo son importantes las capacidades profesionales en este trabajo; es muy importante también el sentido de la orientación y las habilidades al volante. Afortunadamente, hoy en día nos ayuda mucho el GPS, pero aun así, a menudo toca seguir indicaciones de familiares para llegar a casas aisladas. Lugares donde una ambulancia no podría llegar, nosotras, con los coches utilitarios de Cudeca, conseguimos atravesar cauces de ríos secos, carriles no asfaltados, atravesar caminos llenos de perros o cabras, perdernos, volver atrás…. Disfrutando, eso sí, de los magníficos paisajes de Málaga.
Y, a veces, ¡por qué no! disfrutando, incluso, largo y tendido mientras esperamos que llegue la grúa…. Porque entre tanto carril, humedad de lluvia, tanta cuesta… ¡hemos quemado el embrague!