Mª José Portillo, enfermera cuidados paliativos por vocación
Me llamo María Jose Portillo Peña, soy enfermera de Cudeca desde hace más de 13 años. Me gusta definirme como enfermera de vocación ya que, desde muy pequeñita, conozco la profesión a través de mi padre, Paco Portillo, enfermero de Benalmádena, con muchas anécdotas vividas y siempre ayudando a los demás.
Recuerdo como si fuera ayer cuando comencé la carrera de enfermería, con esto ya era la persona más feliz del mundo, así que podéis imaginaros lo que sentí cuando la acabé.
Tengo que confesar que, en mis primeros años como enfermera, me gustaban las urgencias, la UCI y el quirófano. Sin embargo, tras conocer la forma especial de cuidar que da Cudeca, cambió mi objetivo profesional.
Tuve un flechazo con los cuidados paliativos pero, sobre todo, con Cudeca. Y, desde ese momento, mi meta fue poder formar parte del equipo, tardara lo que tardase...
Al principio pensaba que ese momento no llegaría nunca porque todos mis compañeros estaban muy “agusto” y los equipos estaban completos, pero ese momento llegó y, aunque me encontraba de baja laboral por embarazo de mi primer hijo, me convertí en miembro fijo en la unidad de ingresos.
Tras muchos años en este puesto, con muchas anécdotas bonitas vividas con mis compañeros de planta, me propusieron un cambio: formar parte del último equipo de soporte domiciliario que se ha formado en Cudeca, el equipo séptimo. Los pacientes y las familias que atendemos viven en Torremolinos, Campanillas y Santa Rosalía. Yo soy la enfermera del equipo, pero trabajo con médicos, fisioterapeuta, trabajadoras sociales y psicólogos que son maravillosos y fundamentales para dar una correcta y completa atención.
Siempre digo que tengo mucha suerte porque trabajo con muy buenos profesionales y mejores personas. Así que solo puedo decir que me siento muy afortunada de poder dedicarme a lo que más me gusta, que es poder AYUDAR A LOS DEMÁS, como lo hacía y que, por suerte, sigue haciendo mi padre.